Si tenés bruxismo, rechinás los dientes o guardás tensión en la mandíbula, una rutina de automasajes y yoga facial puede resultarte muy beneficiosa. La instructora Carolina Winograd hace las siguientes recomendaciones:
1 - Relajación del cuello: con los pies apoyados en el suelo, cuello centrado y hombros relajados, colocá tu mano derecha sobre la oreja izquierda, llevando tu cabeza hacia el hombro derecho. Extiende tu mano izquierda hacia abajo con peso. Respirá profundamente por la nariz durante 30 segundos. Volvé al centro ayudándote con una mano. Repetí del otro lado.
2 - Relajación de la espalda: entrecruzá tus manos y colocá las palmas sobre la parte de atrás de la cabeza, empujándola suavemente hacia abajo sintiendo como se estira la musculatura del cuello y espalda. Mantené la postura por 30 segundos. Volvé al centro ayudándote con una mano.
3 - Calentamiento: formá una V con tus dedos índice y mayor y rodea cada una de tus orejas con esa V. Empezá a friccionar tus orejas de abajo hacia arriba y contá hasta 10. Este movimiento calentará tus músculos masticatorios (temporales y maseteros).
4 - Ojos de gato: es una postura muy potente que trabaja y libera tensiones en todo el rostro. Ayuda a prevenir y reducir dolores de cabeza, combate y previene las arrugas que se forman alrededor de los ojos, levanta los párpados superiores, abre y levanta el rostro y elimina la linfa estancada del párpado inferior. Ayuda a reducir las arrugas nasolabiales. Se puede realizar parada, sentada o acostada.
Bajá los hombros y colocá los extremos de las palmas de las manos sobre las sienes. Abrazá la cabeza con los dedos. Los extremos de las palmas tienen que cubrir los extremos de las cejas. Presioná los músculos temporales primero con las palmas de las manos y luego presiona diagonalmente hacia atrás y hacia arriba. Cerrá los ojos intensamente para crear y sentir la resistencia opuesta. Mantené la postura por 30 segundos y repetí dos veces más.
5 - Maseteros: con los hombros bajos, hacé con tu boca una “O” larga y estrecha. Formá puños con tus manos y colocá los nudillos sobre tu rostro como si quisieras llevarlos por debajo de los dientes superiores. Presioná suavemente por cinco segundos. Si tenés tensión en la zona de los músculos masticatorios este movimiento puede ser doloroso al principio. No te asustés, es bueno localizar el foco de tensión para poder trabajar en la zona y desarticularla. Respirá profundamente, visualizando cómo poco a poco empezás a liberar tensión. Sin desarmar la postura, dejás de presionar por tres segundos y volvé a presionar. Repetí este movimiento 10 veces, incrementando la presión a medida que notes que los músculos se van relajando.
6 - Orejas: podés finalizar la rutina, tirando de tus orejas. Así como leés, vas a tirar de tus orejas desde el lóbulo hacia arriba, siempre con suavidad y paciencia como si tiraras de las orejas de alguien que cumple años. Este masaje relajará tus músculos masticatorios y además te ayudará a generar endorfinas.
Bruxismo: cómo hacer la rutina de masajes
Importante: hacé esta rutina despacio, de manera controlada y con amor, respirando lo más profundamente que puedas, visualizando en todo momento que disolvés la tensión y que relajás cada músculo. Pensá también qué es lo que te tensa tanto (es parte del problema). Muchas veces además de nuestra vida cargada de estrés, nuestra mala postura no ayuda.
“Sugiero que realicés esta rutina a la noche antes de dormir, pero también podés hacerla durante el día si sentís que tus músculos masticatorios (y vos) necesitan un poco de cariño. Ahhh… te cuento que además esta rutina trae yapa: te ayuda a combatir bolsas y ojeras”, finaliza Winograd.